Tavelli, 16:00 horas. No creo que la Sra. estuviera muy apurada, mas bien parecía un ataque de ansiedad.
Destrozó rápidamente su torta de tres leches, mientras sin ningún cuidado sacaba crema de su milkshake con su palito de barquillo.
Era una buena idea que ella se sentara frente a mi. Para variar yo estaba con un café y una galleta, lo que era suficiente para cubrir mi necesidad de azúcar de ese momento. Me detengo y me doy cuenta que la Sra. come casi tan rápido como yo escribo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario